Mezquita en Casablanca
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El misterioso islote de Sidi Abderrahman en Casablanca

Mezquita en Casablanca

Casablanca es una de esas ciudades que te cautivan. Un lugar increíble lleno de tradición y lugares interesantes. Sin duda, una de las ciudades más hermosas de Marruecos, que acoge anualmente a un gran número de turistas internacionales.

Casablanca nos regala un sinfín de experiencias, desde la visita a lugares emblemáticos y monumentales como la Mezquita Hassan II o la Antigua Catedral del Sagrado Corazón, hasta experiencias gastronómicas probando algunos de sus platos más deliciosos.


Además, cabe destacar que al ser una ciudad tan visitada, Casablanca cuenta con una oferta hotelera bastante amplia y con mucha calidad, pudiendo encontrar hoteles como el Hotel Farah Casablanca, un estupendo establecimiento de 5 estrellas ubicado en el corazón de la ciudad, o el Hotel Barceló Casablanca, un 4 estrellas emplazado en una de las zonas más modernas y atractivas de la ciudad, considerada el centro económico y financiero de Marruecos, el Boulevard d´Anfa. Ambos son sólo algunos ejemplos de la inmensa cantidad de hoteles que hay en la ciudad.

Pero además, en Casablanca también encontramos leyendas, muchas leyendas asociadas a edificios y monumentos, como por ejemplo la del islote de Sidi Abderrahman. Este islote se encuentra ubicado a poca distancia de la cornisa de la ciudad. Desde la orilla, el turista observará como se levanta como un lugar completamente enigmático, repleto de misterios; y es que parece que las leyendas más antiguas pueden cobrar vida en esta pequeña porción de tierra que fascina por igual a turistas como autóctonos.

Islote de Sidi_Abderrahman

Islote de Sidi Abderrahman

¿Qué hace tan especial al islote de Sidi Abderrahman? En este lugar encontramos la tumba del morabito Sidi Abderrahman, que es el que le da nombre. Al parecer, esta figura ha estado envuelta en leyendas y misterios desde hace mucho tiempo. Para empezar, hay que saber lo que era un morabito, una especie de santo en vida para los musulmanes.

Aunque la ocupación de la isla en sí sigue siendo un misterio, las leyendas hablan de que Sidi Abderrahman, un hombre natural de Bagdad, llegó a la ciudad en el siglo XIX y vivió justo allí. Al parecer, este hombre se había retirado al islote para escapar de lo que consideraba un mundo demasiado cruel para un hombre santo. Las mismas historias cuentan que el morabito vivió en esta isla rezando día y noche, algo que comenzó a llamar la atención de los habitantes de Casablanca, quienes empezaron a verlo como un auténtico santo. Así, el islote, convertido en su hogar, poco a poco fue transformándose en un lugar para recibir a los peregrinos que querían acompañar a este singular personaje en sus rezos.

Los habitantes de Casablanca decidieron construirle una casa en el islote, no obstante, al parecer, Sidi Abderrahman jamás dormía bajo techo. Él prefería dormir bajo el manto de las estrellas, al aire libre, en constante contacto con la naturaleza.

Cuentan de este personaje que tenía poderes, incluso podía andar por encima del agua. No obstante, el mayor poder que poseía era el de la curación. Así, no es de extrañar que durante su vida, la isla fuera visitada por infinidad de personas enfermas que imploraban al santo una sanación.

Tras su muerte, la ciudad decidió enterrar a Sidi Abderrahmane en el islote, construyendo así un bonito templo que honrara su figura. El templo es tan sólo accesible a los musulmanes, como la inmensa mayoría de los templos de Marruecos. Aun así, el resto puede visitar sin problema la pequeña medina, un precioso barrio que fue surgiendo poco a poco en esta pequeña porción de tierra frente a la ciudad y que se puede visitar a pie cuando la marea baja.

En la actualidad, en el islote, recorriendo sus callejuelas, podemos encontrar algunos visionarios que intentan leer el futuro en las palmas de las manos de los turistas o bien en plomo fundido. Coletazos de esta misteriosa historia que envuelve la figura del morabito. Sea como sea, merece la pena visitar este lugar sagrado, ideal para conocer un poco más la tradición de Casablanca.