Skopelos-grecia-quehoteles
Rutas por Europa

Verano de infarto en Skópelos, Islas Griegas

Skopelos-grecia-quehoteles

Nos encantan las islas griegas. En ellas, podemos encontrar un sinfín de lugares de una belleza desbordante. Rincones que nos acogerán en las vacaciones veraniegas para darnos paz y poder descansar de la vida ajetreada en las grandes ciudades. Skópelos es una de esas islas, un lugar mágico perteneciente de las conocidas como islas Espóradas, al este de la Grecia continental y al nordeste de la isla de Eubea, entre Skiathos y Alonisos.

Esta isla, cubierta por un gran manto vegetal, cuenta con encantos como la arquitectura de sus núcleos urbano; y es que aquí, vamos a encontrarnos con ciudades como Skópelos, la capital de la isla, caracterizada por una arquitectura típica, muy diferente de otras islas. Verenis así casas de dos o tres alturas, todas encaladas de blanco, con tejados rojos o grises y con puertas y ventanas de colores muy vivos. Quizá nos resulte familiar este escenario; y es que fue justamente aquí dónde se rodó el musical de Mamma Mia! basado en las canciones del conocido grupo ABBA.

Skopelos-calle-quehoteles

Arquitectura de Skópelos

Según la mitología, sus primeros habitantes fueron los cretenses. Los mismos llegaron hasta aquí conducidos por Estafilo, hijo de Dionisio y Ariadna. Cabe destacar que también se convirtió en un lugar de destierro durante el periodo veneciano. Asimismo, según hablan las leyendas locales, en el año 1538, la isla fue saqueada por completo por el pirata Barbarroja.

En la isla encontramos muchas iglesias así como ermitas, todas ellas blancas también. Destacamos la de la Santísima Virgen, San Nicolás, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la de San Atanasio. Asimismo, también podemos ver castillos, en la capital, Skópelos, en el punto más alto del municipio, encontramos las ruinas de lo que fue un castillo veneciano del siglo XII, las mismas están emplazadas sobre las ruinas de una antigua acrópolis.

Skopelos-iglesia-quehoteles

Iglesia en Skópelos

Sin duda, pasear por las calles de los pueblos de Skópelos es la atracción más interesante y recomendable. Un mar de callejuelas sinuosas que nos mostrarán una arquitectura muy peculiar y un encanto insuperable. Pero además de estos núcleos urbanos, en Skópelos encontramos una naturaleza mediterránea con muchísimo encanto. Así, se nos ocurre que una de las mejores formas de alojarse en la isla es en el Hotel Alkistis ¿por qué? Pues por su ubicación, en mitad de un antiguo olivar, a tan sólo 1,5 km de la capital de la isla. Sin lugar a dudas un rincón estupendo en el que poder disfrutar de un ambiente de lo más mediterráneo. Se trata en verdad de apartamentos, unos 25 aproximadamente, por tanto, podemos decir que es un establecimiento de lo más familiar que además de estar ubicado en un entorno privilegiado, nos permitirá conocer las principales atracciones de la isla, como playas y localidades cercanas.

No podemos olvidarnos de que aquí la gente viene a relajarse en la playa, y es que Skópelos cuenta con unas calas de infarto. La mejor forma de conocerlas es alquilándonos una embarcación que sea fácil de manejar. Así, podremos disfrutar de cientos y cientos de calas y playas que de otra forma son bastante imposibles de ver. Destacamos playas como Panormos, Milia, Sares, Avios Constantinos, Glisteri y Castri o Velani. Aunque hay algunas específicamente nudistas, no hay problema en practicar nudismo en la mayoría, al parecer, aquí están más que acostumbrados.

Skopelos-mar-quehoteles

Skópelos – vistas al mar

Es más que evidente que la belleza de la isla puede llegar a deslumbrarnos. Pero además, es interesante saber que esta belleza asombrosa, más típica de un jardín del Edén, se ha visto amenazada durante muchas ocasiones por desastres naturales.

Los terremotos han sido los principales enemigos de Skópelos. Pero no pensemos que únicamente la naturaleza ha dejado su implacable huella, también el hombre fue injusta con esta isla. Podemos así mencionar un episodio concreto, en el que la civilización de la isla destruyó absolutamente todo para intentar evitar que los romanos la tomaran para sí. El destino quiso que aun con estos esfuerzos poco ortodoxos, los romanos la conquistaran igual.