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El Puente de las Cadenas en Budapest

Puente de las Cadenas

La capital húngara, Budapest, tiene la característica de desplegarse a ambas orillas del río Danubio. Es tal vez por ello, y por siglos de escasa comunicación entre ambas partes, que los puentes sean tan atractivos y fundamentales en la vida actual.

Si sigues nuestro consejo de viaje, no dejarás de visitar al más emblemático de ellos: el Puente de las Cadenas cuyo nombre oficial es puente Széchenyi.

Este puente fue el primero en unir las dos partes que constituyen la ciudad: Buda y Pest.  Fue inaugurado en 1849. Hasta entonces, ambas orillas del Danubio sólo podían unirse en invierno cuando sus aguas se congelaban y sólo los más atrevidos se animaban a cruzar deslizándose sobre tablas de madera.

Dice la historia que en el invierno de 1820, un año especialmente frío, el Conde Széchenyi tuvo que esperar más de 7 días hasta encontrar a alguien que lo llevara al otro lado del río.

Budapest

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Esto lo decidió a emular a los ingleses y encargar una obra tan impresionante como las que había visto sobre el Támesis en Londres. Así fue que encargó a ingenieros británicos la obra de este puente, hoy símbolo de la capital de Hungría.

La apertura de este primer puente, propició un intercambio tanto de gente como de productos mucho más fluido y un crecimiento mutuo.

Por su estructura, es un puente colgante único ya que la superficie está sostenida por una gruesa cadena, en lugar de cables o hierros. Hoy la ciudad cuenta con 9 puentes, dos de ellos exclusivamente para el ferrocarril.

Sin embargo, el Puente de las Cadenas se lleva todas las fotos de los visitantes que llegan a Budapest para visitar sus calles, sus balnearios, sus edificios históricos y su cocina.